Durante la homilÃa conmemorativa del DÃa de la Virgen de la Altagracia, celebrada este martes en la BasÃlica de Higüey, monseñor Jesús Castro Marte pronunció tres declaraciones contundentes y una especialmente fuerte que han provocado opiniones divididas entre la población dominicana.
Entre sus declaraciones, destacó su llamado a las autoridades a mantener firmeza en la aplicación de las polÃticas implementadas por la ministra de Interior y PolicÃa, Faride Raful, orientadas a regular la venta de alcohol, controlar los niveles de ruido y promover un entorno más ordenado en el paÃs.
«Que no les tiemble la muñeca a las autoridades para colocar en su lugar a aquellos colmadones y vendedores de bebidas alcohólicas. Es insoportable el ruido y el caos. Tiene que haber restricción obligatoria en un paÃs ordenado y en el marco jurÃdico desarrollado», dijo Castro Marte ante miles de feligreses y del presidente Luis Abinader, asà como de otras destacadas autoridades.
Asimismo, el obispo de Higüey expresó su pesar por el limitado apoyo que, según afirmó, reciben las mujeres, a quienes calificó como vÃctimas de ataques despiadados e injustos.
«Es triste el poco apoyo que se les da a las servidoras públicas, me refiero a las mujeres, presas de ataques despiadados e injustos que solo entienden desde las tÃpicas manifestaciones de desdén y desaprobaciones del liderazgo de las mujeres», manifestó.
Continuó: «Las mujeres son parte de nosotros, hemos nacido de ellas, y por eso ellas tienen un espacio importante. Miren a la Virgen MarÃa».
Además, el religioso demandó mayor inversión en la justicia, para descongestionar los tribunales. «Las salas y los jueces no dan abasto para impartir justicia a una nación que crece en población, en actividad económica, movilidad y nuevas problemáticas asociadas al dinamismo social y económico. El sistema de justicia necesita más inversión económica», pronunció.
«Doble moral e hipocresÃa»
La expresión de monseñor Jesús Castro Marte, considerada por muchos como fortÃsima, fue su llamado a dejar de lado la hipocresÃa y la doble moral en relación con la migración extranjera en el paÃs, además de su exhortación a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores inmigrantes.
«Frente al tema migratorio impera una doble moral que no nos identifica como dominicanos ni mucho menos como creyentes. Hay que buscarle en el marco jurÃdico una salida a los contratos de tantos obreros extranjeros, generalmente en el campo agropecuario, minerÃa, construcción y otros medios de trabajo, porque nuestra economÃa tiene una gran importancia el trabajo de aquellos que vienen de otros lugares, no solo de nuestra hermana República de Haitû, declaró el párroco.
«Tenemos como dominicanos, de untar la doble moral que tenemos. Le habla un gran defensor de la República Dominicana, un soberano? Tenemos que dejar la hipocresÃa y la mentira y por la vÃa jurÃdica buscarle una solución y tratar de vivir con extranjeros de otros paÃses», expresó.
De igual forma, clamó a Dios para que otorgue a las autoridades la sabidurÃa y el entendimiento necesarios para encontrar una solución jurÃdica y humanitaria al tema.
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